El otro día mi parienta y yo, en vez de ir a hacer niños imaginarios, fuimos a la inauguración de la Expo del CCCB sobre la para mí desconocida hasta entonces ciudad italiana, Trieste. En esta clase de sitios, subvencionados con mis dineros, en grandes ocasiones se gasta ingentes cantidades de pasta en artistas a los que yo pondría a picar piedra, pero la de verdad, la de hacer carreteras.
Hicimos una cola del catorce, nos gritó una moderna con pelo pringoso que para hacerse la cool sacó de su monedero apestoso vintage el único billete arrugao de 10 girus para gastarlo en la entrada, porque ella ante todo pobre pero culturá.
La expo no está mal (se han gastado una paaaasta) pero digo yo que con lo bonita que es Barcelona nuestra ciudad, la podrían haber hecho sobre ella, aunque comenta mi sufrida esposa que eso quedaría casposo, fíjate.
Pero mi razón primordial para acudir a ese tipo de eventos, es que te dan CAVA al final del tostón. Pues los muy artísticos cutres no nos dieron ni un vaso de cartón Don Simón.
Por favor, organizadores del CCCB, en las invitaciones indiquen explícitamente si dan canapieses, y así su número de visitas se diezmarían. Yo por lo menos, me quedo en casa si no hay alcohol.
Caravana del orgullo gay de Barcelona 2012
Hace 12 años